Las técnicas de secado de plantas permiten conservar las propiedades esenciales de las plantas, tanto las medicinales como las de uso alimentario. Por ello es importante conocerlas y aprender a manejarlas, pues de ello depende que continúen siendo útiles.
Técnicas de secado de plantas
Existen varios procedimientos para lograr la correcta desecación de las plantas y especias. Tienen como objeto la extracción del agua y para ello hay cuatro técnicas principales. Las plantas deben recolectarse en su madurez y, en el caso de las flores, cuando están totalmente abiertas.
Secado por aire
Es el procedimiento más sencillo y económico. Las plantas recolectadas se cuelgan por el tallo o la raíz en racimos atados suavemente. Deben colocarse de manera que quede un espacio de unos 10 centímetros entre ellas para facilitar la circulación del aire y en un lugar oscuro pero bien ventilado. Se dejan secar por un lapso que va entre 1 y 3 semanas.
Prensado
Es una técnica que conserva bien los colores de las plantas. Deben colocarse unas pocas entre dos papeles absorbentes, de manera que no se amontonen. Se les aplica presión uniforme con una prensa y este paso puede repetirse sustituyendo el papel por hojas nuevas.
Secado químico
Para este procedimiento se utilizan sustancias desecantes como el gel de sílice, que absorbe la humedad de manera eficaz. Las plantas se colocan en un recipiente cerrado, cubiertas con el gel y se dejan por varios días.
Secado por calor
Para ello se utilizan hornos deshidratadores en los cuales las plantas se colocan en bandejas por unas 5 horas. Se gradúa el horno a una temperatura uniforme de entre 35 y 55 grados centígrados. Posteriormente, hay que dejarlas al aire libre unas horas para que se disipe el vapor.
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