Cuando hablamos de un liquen, nos referimos a una asociación simbiótica entre un alga y un hongo. Los líquenes tienen importancia porque a lo largo de la historia de la humanidad se les ha dado diversos usos, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días. En la Edad Media se utilizaron varias de estas especies vegetales como fijadores de tintes, y más recientemente para estabilizar los perfumes. Hoy hablaremos de sus propiedades medicinales.
Propiedades del liquen Chondrus crispus
Esta variedad contiene algunos principios activos que explican los beneficios que se pueden obtener. Entre los más importantes figuran las sustancias con efecto antioxidante, que ayudan a controlar la producción de radicales libres. Son nocivos para las células y alteran el ADN.
Además, los extractos de este hongo tienen acción antiviral, antitumoral y antibiótica, gracias al ácido úsnico. En dermocosmética tiene aplicaciones relevantes, ya que es un ingrediente que nutre e hidrata la piel, eliminando las pequeñas arrugas.
Propiedades del Liquen de Islandia
La Cetraria islandica puede encontrarse en zonas con bajas temperaturas, en ambientes boscosos y húmedos. Por esta razón, crece en varias partes de Europa y no se limita a la isla que le da su nombre.
Contiene grandes cantidades de mucílago, gracias a lo cual acelera el tránsito intestinal. Esta sustancia ayuda además a expectorar, calma la tos y es un excelente emoliente de uso externo.
Entre sus aplicaciones medicinales se encuentra el poder antiemético, que lo hace útil para cuadros que cursan con vómitos o náuseas. Además, es un tónico estomacal que estimula el apetito en los casos de anorexia. El contenido en ácido úrsico también le confiere efecto antibacteriano.
Modos de administración
Tanto el Chondrus crispus como la Cetraria islandica se encuentran disponibles en forma entera y en corte. Pueden prepararse de las siguientes maneras para su consumo:
La forma entera debe someterse a doble decocción, para lo cual se hierven 50 gramos en una cantidad suficiente de agua. Se cuelan los tallos y se hierven de nuevo en medio litro de agua, durante una hora. De esta forma puede tomarse como infusión, que no tendrá sabor amargo. La infusión simple se prepara con 50 gramos de liquen en corte, que se añaden a una taza de agua caliente. Se deja reposar y se cuela para tomar.
La gelatina puede extraerse para utilizar la planta como emoliente. En este uso, hay que dejar secar el producto y hervirlo en agua suficiente hasta que espese. Posteriormente, se cuela y se deja solidificar.
Las distintas variedades de liquen son un valioso recurso terapéutico que se emplea para varios trastornos. Lo mejor es preferir siempre productos de alta calidad, como los de Central Galaica, plantas y especias. ¡Hay más información en nuestra página!
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